top of page

"Cheesecake" vegano de arándanos, limón y coco (sin horno)

Esta vez no sé cómo empezar la entrada. Estoy TAN contenta con esta tarta que incluso el shalalalala del brownie del otro día se queda corto. Es vegano, sin horno, con un rico sabor a arándanos, coco y limón; sin ser pesado, sino ligero y fresquito. Definitivamente un must. Creo que esta tarta va a ser vuestra aliada este verano por lo fácil que es de preparar, lo rica que está y lo sana que es! Se le llama cheesecake porque su textura recuerda a la de la tarta de queso, pero sin llevar queso. Lo que lleva son anacardos, leche de coco y otros pocos ingredientes más.

Me podría alargar infinitamente contándoos las bondades de esta tarta pero creo que lo que voy a hacer es escribir la receta para que podáis prepararla cuanto antes mejor. Ah, un pequeño apunte. Es una tarta helada; eso significa que se guarda en el congelador y para que esté lista para comer se debe dejar unos 15 minutos a temperatura ambiente o hasta que no nos rompamos la mano intentando cortarla :p

Aclarado el anterior punto, también comentar que se puede hacer de lo que queráis: chocolate, café, fresas, frutos secos.... "pa gustos, colores", como dice mi tía! Lo único que debéis tener en cuenta es que hay que remojar los anacardos durante la noche, así que no es una tarta de esas que estás en el sofá y dices: "ahí va, me apetece algo dulce, voy al lío", sino que se tiene que ir con un poco de previsión. De todos modos, si vais justos de tiempo, en vez de remojarlos toda la noche podéis tenerlos una hora o dos en agua muy caliente, pero el resultado no será tan cremoso.

Y ahora, sí que sí! A la receta!

INGREDIENTES (molde de 20 cm)

Para la base:

  • 1 cup de dátiles

  • 1 cup de almendras

  • Pizca de sal

Para el relleno:

  • 1 y 1/2 cup de anacardos, remojados durante la noche y luego escurridos

  • 4 cucharadas de zumo de limón

  • la piel de un limón, rallada

  • 6 cucharadas de aceite de coco derretido

  • 2/3 de leche de coco (entera, es decir, "full fat")

  • 6 cucharadas de jarabe de arce o melaza de arroz (o miel para los no veganos)

  • 1/2 cup aprox. de arándanos, congelados o frescos

  1. Primero, remojamos los dátiles unos 15 minutos en agua caliente. Escurrimos, secamos un poco con un papel y trituramos en el procesador de alimentos junto con las almendras y la pizca de sal hasta que nos quede una pasta.

  2. Forramos la base de un molde al que previamente le habremos puesto papel de hornear (para que sea más sencillo desmoldar) y guardamos en el congelador.

  3. Para el relleno, simplemente ponemos todos los ingredientes en un túrmix o procesador de alimentos y batimos hasta que quede todo bien mezclado y homogéneo. La mezcla debe quedar lo más suave posible.

  4. Vertemos el relleno encima de la base, tapamos con papel film y dejamos en el congelador al menos 4 horas.

  5. Para consumir, como os decía, lo dejamos a temperatura ambiente unos 15 minutos.

¡Y listos! :D ¿A que es súper sencillo? Pues todavía está más rico. Podéis decorarlo como queráis: con más arándanos, coco rallado, otras frutas, frutos secos, flores (ay las florecitas...)

Espero que os guste! Si lo preparáis (que me da la sensación que algun@s de vosotros lo haréis, ya me contaréis a ver qué tal el resultado!

Un abrazo familia!

Con amor,

Laura

Adaptado de: callmecupcake.se

bottom of page